No se en qué pensaba cuando me inscribí en el Congreso de Teoría y Derecho Constitucional, en especial porque olvidé un pequeño detalle, sufro del "Síndrome de Biblioteca". Eso quiere decir que cuando eres un poco inquieta, además conversadora y en especial buena para reírte, es muy mala idea sentarse cerca de ñoños mientras la gente expone. Ya le temo más a la venganza de los ñoñitos que a los flaites. Hemos recibido en estos días más miradas de odio que en una clase con Hermman, y digo "hemos" porque oh, no... la conversación no es conmigo misma. Digamos que hay dos niñas, que se sienta una a cada lado, y deliramos de lo lindo con las luces del teatro y los acentos españolísimos mientras recordamos los mejores momentos de Canal Copano, o sino siempre puedes recurrir al feo pero pucha que entretenido pelambre (sanito eso si, nada de cahuín malintencionado). Y te sientes culpable cuando ves que los demás toman apuntes, que incluso algunos miran con esa pose de intelectual...pero noo, luego ves la gente durmiendo o drogandose con las luces del techo, aún así creo que somos las mas ruidosas del congreso. Pero hay detalles intersantes:
- Respetas menos a la gente que lee, en especial a las voces monótonas.
- Los acentos particulares llaman la atención(y coJimos un taxi).
- No es necesario citar a mil autores porque los mejores textos son los que saben rescatar las cosas simples para llevarlas a un punto más desarrollado (como el Resentimiento, me gustó).
- Un poco de humor nunca sobra, en especial cuando no es prefabricado.
- Por favor, apagar las luces cegadoras.
- Si hace frío, no pongan MÁS aire frío.
- Muchos tipos guapos...muchos.
- Como sea, estar sentada ahí 3 horas da hambre,
- Debiera haber más espacio entre los asientos, para no caer sobre la gente cada vez que intentas ir al baño.
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