sábado, 11 de agosto de 2007

Cazando al sol

Cuando desperté supe que sería un día agradable, el cielo estaba celestito y se veían dignas de un video de The Cure las ramas del árbol. Salí de mi cama relativamente temprano, para luego notar que solo quedaba un pan, mi madre y hermana se fueron a quizás donde a jugar básquetball... conclusión: debía comerlo antes de que mi padre despertara. Obligada a ponerlo en el mágico mini hornito, porque el pan llevaba varios días en la panera y no quería arriesgarme a perder algunos de mis dientes.
Y bueno, como digna nana de fin de semana, a hacer aseo. La nana oficial mete la basura bajo la alfombra y es increíblemente ciega para las manchas en el piso. Me tocó trapear y pasar la aspiradora, pero por ser un buen día, puse el CD de The Cure en la radio, así que feliz barriendo.
Después con mi padre fuimos a buscar a la Berta y la Thamara (conste, me carga tener que aclarar esto pero por lo general los llamo por sus nombres, y padre y madre solo los ocupo para explicarle a la gente que sí, tengo un lazo sanguíneo con ellos) y de ahí a buscar el pobre notebook que había muerto pero resucitó de entre las tinieblas para no perder los cientos de fotos que guarda, algunos escritos y por supuesto, música.
Almorzamos en Patronato, placer culpable, Shawarma...campeón a nivel bacteriológico, son las 9.15 y sigo viva.
Más tarde fuimos a elegir colores para el segundo piso, digno bravísimo con verde pistacho, amarillo y naranja ( por cierto, esta quedando bien lindo, con luces intergalácticas que salen mágicamente del piso).
Llegamos al departamento después de aquel interesante tour por Santiago, estaba todo tan frío y oscuro, ya iba a acostarme cuando llegó la genial idea que cambió mi vida (o al menos la tarde)..."en la plaza debe haber sol". Y salí, con mi bolsito cargado de fotocopias, un destacador, lentes y nada más (sin mp3, ni celular, ni siquiera material distractor), me senté donde el pasto parecía estar más limpio, junto a la pileta y me sentía la mejor lagartija, tomando sol descaradamente y leyendo porque ahora soy una niña responsable que se lee las separatas semanas antes de las pruebas.
Y cuando se acabó el sol, nada me detuvo, porque caminé con toda la determinación del mundo hacía el puente, y me eché ahí, a leer aunque la gente me mirara feo ( no se si por ser ñoña o por ser vaga), aunque el puente temblara cada vez que pasaba una micro y arriesgandome a ser asaltada por un par de flaites peruanos.
Se puso la tarde amarilla y me fui a la casa, al fin una tarde feliz y sin siesta :)

1 comentario:

[saиgяecoиleche] dijo...

flaites peruanos?
por ké peruanos?
no pueden ser chilenos?
la weona rasista xD.
maca me muero, tengo un ramo atroz ke se llama historia del pensamiento político social y el profe es IGUAL a Don Rorro de Sinergia!! y el muy conchesumadre nos mando al tiro a leer 3500 weás pa 2 semanas más.
hola.
te kiero :3