jueves, 30 de octubre de 2008

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Volviendo por acá. Bastante curioso el fondito este, con los niñitos felices y las cerezas alegres porque se que no tienen cara pero para mi lo son. Los sueños locos no han terminado pero hay algo que me impide llamarles pesadillas, finalmente cuando despierto algo atontada, puedo recordar una bomba, una inundación sin afectar mayormente, sin sentir angustia. Cuando recuerde alguno lo traigo, en este momento estan muy difusos como para intentar contarlos sin que suenen como un chiste mal contado.
Algún dia traere un cuento también,hace tiempo que los estoy reservando en aquella macita llamada cerebro que demostro ser nada confiable, y menos predecible.
Eso seria mientras, conste, mientras.

domingo, 5 de octubre de 2008

en dos días




Día largo en la U, muy largo, hasta las 5 de la tarde aprox. Nos encontramos en el metro con Enrico, estaba cieguito así que lo llevé hasta las escaleras. Los dos con dolor de cabeza y la terrible alergia propia de vivir en pleno centro y enfrentarse a todo árbol cargado de polen. Será.
Llegamos a la casa, queriamos dormir. Kikin ya refunfuñaba en la cama porque no se que me dio por prender el pc , estaba viendo los mails de un trabajo que debíamos presentar el mismo día, por lo que no tenía sentido revisarlos veinte para las seis de la tarde cuando como hace dos horas lo entregamos, igual nomás revisé. Y que pasa!!! Acá es cuando la historia se vuelve increíble...tenía un mail que decía que me había ganado una polera, pero no cualquier polera...una buena polera, de Black Rebel Motorcycle Club. Lo que no tendría sentido si no fuera porque desde hace un año que estaba rayada con ellos, que me iba tarareando Berlin en el metro, que el día anterior no se porqué casualidades de la vida me metí en la página de fans y vi un simple concurso que lo único que requería mandar un mail con el rut y nombre completo...y debía estar en veinte minutos más frente al MAC para ir a buscarla. Por supuesto no dudé, partimos con Kikin y agarramos la primera micro, pleno taco en el centro. Nos bajamos e hicimos la otra mitad del camino a pie. Dimos vueltas por un rato hasta que vimos un grupo de gente con chaquetas de cuero, será. Me pasaron la polera y yo aún ni lo creía. Muy buena onda la tipa de Rebels y al ratito volvimos a casa, sentía que si jugaba un Kino me lo ganaba.
La euforia no paró.
Le hice algunas modificaciones mientras hablábamos con la Susy por msn, nos poníamos de acuerdo y escuchaba BRMC!!! tampoco ayudó a aliviar la emoción, me sentía como quinceañera, y cada vez se puso peor.
Llegamos demasiado temprano, pero tampoco me quejo, la espera se hizo más amena con la Susy. Hablamos de jardines botánicos, de animales con personalidad, de bicicletas y autos enchulados, junto con mil temas más. Llegó el resto de la gente incluyendo a la Chiri y nos unimos al grupo de fans. Incluso pensamos en ser devotas de grupo Niche, pero no dio para tanto.
Entramos despues de una larga espera y quedamos tan adelante que sentía que prácticamente podía tocar a Robert...y así sería.
Teloneó Devil Presley y no me gustaron tanto como a los niños que estaban con nosotras, si me conquistó el gordito que se parecía al de Lost, tenía más carisma que Gabriel vestido de rockero moviendo su barba al ritmo de su guitarra.
Hasta que aparecieron, y me quedé sin palabras. Robert estaba al frente, hiperventilado, tampoco me quejo, estuvimos demasiado cerca, la tipa en la batería ídola, y Peter que no paraba de fumar. No creo que pueda hacer una reseña especialista o engrupida de todo lo que pasó ahí, salvo que la cercanía con el público fue una de las cosas más notables, de verdad.
Pero la cosa no quedó ahí, después de salir prácticamente sin palabras ni voz, esperabamos micro cuando unos chillidos nos hicieron volver la las puertas del caupolicán, Robert intentando subirse a un auto con su guitarra de palo, el auto que se movia mientras el surfeaba prácticamente, después el cambio al mitico Peugeot, toqué sus pies como si fuera un dios, creo que muchos hicieron lo mismo, toqué arrabaleramente su espalda después de que me conquistó en esas 2 horas y cuarto de buena música, cercanía y puro rock.
Sé que no es de las mejores descripciones, pero aún estoy como quinceañera. Debo más comentarios del concierto, más detalles, más...pero aun lo proceso, creo que ha sido lo mejor junto con Muse, pero lo de tocar la guitarra sobre un auto en pleno san diego se robó mi corazón. Son los dos días más afortunados que creo que he tenido, después de esto me juego un Kino.