sábado, 26 de septiembre de 2009

Era tiempo de botar

Tengo varias teorías de por qué me decidí hoy...una de ellas es que de tanto releer terminé en algún momento reconciliándome con los personajes y queriéndolos tanto que no quiero que nadie más los conozca. Otra teoría es que no se si me cambió la letra o perdí viejas costumbres, pero ya no me reconozco en esas hojas y siento verguenza ajena de leerlas. También pensé que ya pasaron todos aquellos viejos rencores, que la parte libretosa murió en mi, que el teclado cansa menos que el lápiz pasta...como sea, hoy las boté.
La tarde me pilló de animo tranquilo, dormí como 12 horas = ni pensar en dormir siesta, estaba haciendo aseo y ya no tenía sentido esconder esa caja. Así como los personajes que vivían dentro de ella, ya no me causaban lo mismo que en algún momento sentí...esa rabia y al mismo tiempo ese apego que se vive tan intensamente desde los 15 años (e incluso creo que antes, solo que nunca antes lo escribí). Y sentí que era tiempo de botarlas, sin mayor rencor.

La foto es de la libreta que me costó más botar, con ella empecé la tradición libretosa y curiosamente con ella la terminé, aproveche sus últimas hojas la última vez que me dio por escribir con atacazo.
No quiere decir que deje de escribir.
Simplemente, hay eventos de los que es más sano tener recuerdos vagos.

(no me peguen Trei y Alvaro)