jueves, 12 de junio de 2008

De vuelta a los malos pasos

No quiero saber mas de Corleone, ni de los viernes, lunes, martes, miércoles, jueves, sábados o domingos. Que el olor a comida que hay en la casa provenga de la propia cocina, y que un sol gigante y brillante ilumine los días de invierno mientras puedo hacer algo más que dormir.

Me carga que siempre critiquen los efectos, que deleguen culpas, que nunca hubo un pasado o tal vez ahora es peor y tan solo estamos curados de espanto. Siempre es así y sin embargo actúan como si nunca hubiese pasado, pero ya estoy un poco lateadita de todo y probablemente en este momento no serían solo 8.

Odio haber dejado de ser yo por haber dejado de ser yo, pero igual ser lo mismo, una versión opaca de los largos paseos y proezas aventureras, que tiene un par de historias que contar mas bien solo sabe de las pelusas de las sabanas, porque no quiere saber de un lugar más allá de la ventana.

Porque cuando finalmente creo haber encontrado un lugar, me quedo sin casa.

Atte. Maca versión ermitaño

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