jueves, 24 de julio de 2008

han matado al caracol

Que más puedo decir, fui testigo de su revolución silenciosa, cuando se encaramaba entre las plantas de la vecina mas quejumbrosa para adherirse a aquella amenazante pared , escalando día tras día para decir : aquí estoy yo, donde ningún otro ha llegado. Está de más decir que le hubiera sido mucho más fácil subir por las escaleras, como hace cualquier personaje común y corriente, sin embargo aquello no habría tenido nada de proeza y menos de valentía, el reto estaba en corromper aquellas plantas sustituto de hijas de alguna vieja solterona, en escalar la puntiaguda pared soportando las heladas noches, la lluvia y viento del otro día, los reclamos de las vecinas que insistían en que el nuevo inquilino también debía pagar gastos comunes, porque las motobombas no se mantienen solas, no señores. Nunca me detuve alentarlo, a pesar de que ambos sabíamos que yo admiraba lo que él hacía, pero se que está al tanto porque por mas imperceptible que haya sido, subió un ligero tramo mientras yo lo miraba de reojo durante la intensa búsqueda de las llaves al interior del bolso con estrellitas. A pesar de su valentía, a mi silencioso héroe lo han matado, probablemente una inescrupulosa anciana que con el palo de la escoba lo golpeó hasta quedar semiinconsciente entre las enredaderas, viendo a través de las ramas el alto muro azul y el rastro de su baba. El caracol nunca se habría dado por vencido, aún cuando me digan que se secó dentro de su caparazon, mentira!, quien sabe de que son capaces estas ancianas con tal de que les paguen los gastos comunes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

vieja maldita ¬¬
que lindo*

(era el primo en tercer grado de Gary!!!! nooooooo)

quizas queria subir un poco, para saber donde quedaba el mar


teamoooooo

Daniel Soriano Correa dijo...

Me gusta como escribes; me daré mis vueltas por tu sitio.Saludos